En muchos países en vías de desarrollo, la agricultura es la base de la economía y la principal fuente de ingresos de la población. Pero es algo más que una actividad económica: es un pilar fundamental para el desarrollo y la creación de oportunidades. ¿Por qué es clave invertir en ella?
🌾Generación de empleo: en las zonas rurales, la agricultura ofrece oportunidades laborales a millones de personas. Según el Banco Mundial (2023) el 43 % de la población vive en zonas rurales y el 26 % de las mujeres y el 27 % de los hombres dependen de la agricultura para ganarse la vida, el crecimiento de la agricultura es entre dos y cuatro veces más eficaz que el de otros sectores para incrementar los ingresos de las personas más pobres.
🌱Seguridad alimentaria: mejorar la productividad agrícola significa garantizar el acceso a alimentos nutritivos y asequibles para todos. Desde el año 2000 hasta hoy, el rendimiento de cereales ha aumentado de 3.069 kg/ha a 4.182 kg/ha (Banco Mundial).
💧Innovación y sostenibilidad: gracias al uso de la tecnología y de sistemas de riego eficientes, es posible aumentar la productividad, preservar los recursos naturales y reducir la pobreza. La ONU calcula que para acabar con la pobreza y el hambre se necesita una financiación adicional en agricultura y desarrollo rural de 140 000 millones de dólares al año, de los cuales 50.000 millones deberían provenir del sector privado.
🌍Desarrollo de infraestructuras: la inversión en proyectos agrícolas también impulsa la creación de infraestructuras esenciales como carreteras, sistemas de almacenamiento y cadenas de frío, que conectan a los agricultores con mercados locales y globales.
En definitiva, fortalecer el sector agrícola es fundamental para lograr un desarrollo económico inclusivo, reducir las desigualdades y avanzar hacia un futuro más equitativo y sostenible.
